NO QUIERO HABLAR DEL TEMA
NO QUIERO HABLAR DEL TEMA.
No me preguntes hermano…
No es que sea insensible al dolor ajeno.
Las catástrofes naturales,
son cosas que no comprendo,
y las escenas más tristes,
quizá describir pudiera
como hacen los noticieros.
Yo no soy indiferente,
al dolor propio ni al ajeno.
Es que me encuentro agobiado,
y mi vida está lacerada
por situaciones funestas
que despiadado y sin tregua
el destino le ha asignado.
He vivido en carne propia
lo que es perder a un ser amado.
Y consciente aún de ello…
Ahora escribo las penas
que inesperadamente la vida
a otros hermanos le ha dado.
Pues parece tan natural,
normal, familiar, cotidiano.
El hablar de las desgracias
que acosan al ser humano.
Pues he visto muy de cerca
horrores que en mi ciudad
acontecen casi a diario.
He visto niños con hambre
y a sus madres sin trabajo.
Niños que esconden vergüenzas
en sus miradas opacas,
Niños que sufren violencia,
al interior de sus casas.
Hombres descuartizados,
sus cabezas en hieleras,
Y mujeres masacradas
solo por ser “teiboleras”.
Alguna niña mancillada,
a la vuelta de la esquina,
Hoy muertos en reclusorios,
Mañana un joven suicida…
¿Captas como no es tan fácil,
hablar con verdad, amigo?
¿Y aceptar la realidad
de un mundo voluble y mezquino?
Hoy tienes lo necesario:
amor, salud y dinero,
Y en un cambio radical
La felicidad has perdido.
Pues en cuestión de unos días,
minutos y hasta segundos
te la ha quitado el destino.
Hablan de familias enteras,
en sus hogares hundidos,
se dice de cuerpos inflados,
pestilentes ya podridos.
De niños que vagan solos
han quedado huerfanitos,
entre las ruinas de Haití
a merced de pedófilos.
Imagina hombres peleando
por una simple carrucha,
para trasladar sus muertos
y poder darles así,
su cristiana sepultura.
Todos hablan de Haití…
Nadie sabe a ciencia cierta
la magnitud de los daños
que ha ocasionado ese sismo.
Pues ahora ya resulta
que es planeado genocidio,
causado por la ambición,
de gente muy poderosa
carente de corazón.
Duele saber que hay desgracias,
al parecer naturales
Pero duele más saber,
que existen en nuestro
mundo seres tan "desgraciados".
¿A quién exigir justicia?,
¿A quién reclamar los daños?
No encontrando solución,
ni respuesta a mis preguntas:
¿Cómo siendo Dios tan grande
permite en el ser la duda?
¿Acaso es el responsable?,
¿O la naturaleza ha cobrado
con creces los favores
que al ser humano le ha dado
y al no corresponder igual,
con amor y con cuidado
a todo habitante del mundo
ésta presente lección
la madre tierra nos ha dado?
Y sin querer ofender
tal vez no sea comparado,
estuve un día como tú,
solo y desorientado.
No me preguntes del tema…
No ignoro lo acontecido,
sigue temblando Haití,
un pueblo noble y alegre
que ante tal devastación
de hambre y dolor ha sucumbido.
Ya no quiero hablar del tema…
Ya no preguntes hermano…
Todos hablan de Haití.
pero yo no quiero hermano,
y no es que sea insensible
al dolor del ser humano.
Yo no quiero hablar de eso…
Es tema que me hace daño
pues se me parte hasta el alma
al saberte desamparado,
duele saber que has perdido
a tus padres, a tus hijos,
a tus amigos y hermanos.
Y si a través de mis letras,
pudiera resarcir algo…
Deja decir que te amo,
que estoy ahora contigo
y que te ofrezco mi mano.
¡Hermanos todos del mundo!
Estrechemos nuestras manos,
Ayudando al ser caído,
Haití, requiere tu ayuda
se encuentra desprotegido.
Con un granito de amor
y voluntad solidaria,
Se puede solventar el hambre,
dar una luz de esperanza.
Si de algo te sirve hermano,
de silencio un minuto te ofrezco
es muestra de mi impotencia,
y ante tu inmenso dolor,
es muestra de mi respeto.
VIDA.
No es que sea insensible al dolor ajeno.
Las catástrofes naturales,
son cosas que no comprendo,
y las escenas más tristes,
quizá describir pudiera
como hacen los noticieros.
Yo no soy indiferente,
al dolor propio ni al ajeno.
Es que me encuentro agobiado,
y mi vida está lacerada
por situaciones funestas
que despiadado y sin tregua
el destino le ha asignado.
He vivido en carne propia
lo que es perder a un ser amado.
Y consciente aún de ello…
Ahora escribo las penas
que inesperadamente la vida
a otros hermanos le ha dado.
Pues parece tan natural,
normal, familiar, cotidiano.
El hablar de las desgracias
que acosan al ser humano.
Pues he visto muy de cerca
horrores que en mi ciudad
acontecen casi a diario.
He visto niños con hambre
y a sus madres sin trabajo.
Niños que esconden vergüenzas
en sus miradas opacas,
Niños que sufren violencia,
al interior de sus casas.
Hombres descuartizados,
sus cabezas en hieleras,
Y mujeres masacradas
solo por ser “teiboleras”.
Alguna niña mancillada,
a la vuelta de la esquina,
Hoy muertos en reclusorios,
Mañana un joven suicida…
¿Captas como no es tan fácil,
hablar con verdad, amigo?
¿Y aceptar la realidad
de un mundo voluble y mezquino?
Hoy tienes lo necesario:
amor, salud y dinero,
Y en un cambio radical
La felicidad has perdido.
Pues en cuestión de unos días,
minutos y hasta segundos
te la ha quitado el destino.
Hablan de familias enteras,
en sus hogares hundidos,
se dice de cuerpos inflados,
pestilentes ya podridos.
De niños que vagan solos
han quedado huerfanitos,
entre las ruinas de Haití
a merced de pedófilos.
Imagina hombres peleando
por una simple carrucha,
para trasladar sus muertos
y poder darles así,
su cristiana sepultura.
Todos hablan de Haití…
Nadie sabe a ciencia cierta
la magnitud de los daños
que ha ocasionado ese sismo.
Pues ahora ya resulta
que es planeado genocidio,
causado por la ambición,
de gente muy poderosa
carente de corazón.
Duele saber que hay desgracias,
al parecer naturales
Pero duele más saber,
que existen en nuestro
mundo seres tan "desgraciados".
¿A quién exigir justicia?,
¿A quién reclamar los daños?
No encontrando solución,
ni respuesta a mis preguntas:
¿Cómo siendo Dios tan grande
permite en el ser la duda?
¿Acaso es el responsable?,
¿O la naturaleza ha cobrado
con creces los favores
que al ser humano le ha dado
y al no corresponder igual,
con amor y con cuidado
a todo habitante del mundo
ésta presente lección
la madre tierra nos ha dado?
Y sin querer ofender
tal vez no sea comparado,
estuve un día como tú,
solo y desorientado.
No me preguntes del tema…
No ignoro lo acontecido,
sigue temblando Haití,
un pueblo noble y alegre
que ante tal devastación
de hambre y dolor ha sucumbido.
Ya no quiero hablar del tema…
Ya no preguntes hermano…
Todos hablan de Haití.
pero yo no quiero hermano,
y no es que sea insensible
al dolor del ser humano.
Yo no quiero hablar de eso…
Es tema que me hace daño
pues se me parte hasta el alma
al saberte desamparado,
duele saber que has perdido
a tus padres, a tus hijos,
a tus amigos y hermanos.
Y si a través de mis letras,
pudiera resarcir algo…
Deja decir que te amo,
que estoy ahora contigo
y que te ofrezco mi mano.
¡Hermanos todos del mundo!
Estrechemos nuestras manos,
Ayudando al ser caído,
Haití, requiere tu ayuda
se encuentra desprotegido.
Con un granito de amor
y voluntad solidaria,
Se puede solventar el hambre,
dar una luz de esperanza.
Si de algo te sirve hermano,
de silencio un minuto te ofrezco
es muestra de mi impotencia,
y ante tu inmenso dolor,
es muestra de mi respeto.
VIDA.